Celiaquía y deporte

Celiaquía y deporte

Celiaquía y deporte.

No soy yo la persona más deportista del mundo. Pero soy consciente de lo bueno que es practicarlo y por ello me esfuerzo en mantener un mínimo de hábitos que hacen que al menos, mi vida sea lo menos sedentaria posible.

Porque hacer deporte es mejorar nuestra salud.

Pero, ¿es compatible la celiaquía con el deporte?

Hay muchos mitos entorno a ello.

Muchos mitos que se han generado precisamente porque algunos deportistas de élite argumentaban que su condición física mejoraba a raíz de dejar el gluten.

No entraré en polémicas. pero tengo claro que estos mensajes a los celíacos, nos hacen daño, mucho daño.

Sin duda, ser celíaco no impide ser deportista. Al contrario.

Como decía antes, el deporte siempre va a ayudar a mejorar nuestra salud.

Así que hoy cuento con la colaboración especial de Sonia, una runner que nos cuenta su experiencia y los problemas que tiene que encontrarse en las carreras a las que acude.

Celiaquía y deporte: entrevista a una runner

Me llamo Sonia Pérez Ramos y soy maestra, celiaca y “runner”. 

Tengo dos hijos, Samuel y Jimena y vivo en Peralta, un pueblo de la ribera de Navarra. 

Mis problemas gastro-intestinales comenzaron en el año 2000. 

Recuerdo perfectamente cómo todo me caía mal. Tenía digestiones pesadas, hinchazón, enganchaba una gastroenteritis tras otra, etc. 

En el 2011 tuve una pancreatitis que me mantuvo ingresada quince días. Al año siguiente, me quitaron la vesícula porque no dejaban de darme cólicos biliares terribles, pero ni con esas lograba encontrarme mejor. 

Y creedme, me estaba volviendo loca pensando qué me pasaba, que tenía por dentro que no me dejaba hacer una vida normal. 

Tras un ingreso por una hinchazón abdominal, me hicieron unas pruebas más exhaustivas.

Por fin el 25 de abril de 2013 obtuve mi diagnóstico: ¡¡ERA CELÍACA!

Una vez que mi cuerpo se fue asentando poco a poco, y después de tener a mi hija Jimena, me animé a calzarme las zapatillas.

Siempre he sido una persona activa antes de tener a mi niña, hacía spinning, nadaba y también corría (en Marcilla hice mi primer 10k en 60´).

Pero me faltaba esa chispa que me entró una vez tuve mi diagnóstico y le proporcioné a mi cuerpo los nutrientes correctos y le quité los que le hacían daño. 

Y así, una vez que mi cuerpo funcionaba correctamente, ¡¡¡descubrí que me encantaba correr!!!

Correr me hace sentirme viva, me hace liberar un montón de endorfinas y ser un poquito más feliz.

Pero sobre todo, y esto sí que me define, correr me hace sonreír.

Correr ha traído a mi vida «bonitas casualidades» y personas que se han ganado un hueco en mi corazón. Persona que son magia para mí, y las quiero siempre a mi lado.

Soy capaz de correr muy rápido y me exprimo para dar lo mejor de mí misma en mis carrera.

Aunque también me encanta hacer de liebre y acompañar a quién me lo pide o necesita.

Al poco de empezar a correr, me llegó la oportunidad de ser parte de la familia Runnea, en la cual tengo mi rinconcito para contar mis aventuras y mis desventuras.

Os animo a leerme, he descubierto que a parte de correr, ¡¡¡también me gusta escribir!!!

Con esto del correr, es obvio que tuve que cambiar un poco mi alimentación.

Y cuando me vi con fuerzas y fondo, me animé a ir a las carreras por los pueblos cercanos al mío

En ese momento me di cuenta de que la celiaquía también iba a traerme “problemas” en este mundo del running.

Empezando por el momento en que recoges la bolsa del corredor, llena de productos “normales”, hasta el que llegas a meta.

Una vez allí, siempre hay fruta (la mejor opción para recuperarse tras una carrera).

Oero también suele haber galletas, frutos secos.

Y ahí está el problema: la gente coge una galleta y luego va y coge una pera “catando” cuál es la más blanda. Y entonces sí, sus manos llenas de galleta “con gluten” han tocado las peras. Pero yo no lo sé, así que hay que andar con cuidado de limpiar bien la fruta por si acaso.

En otras carreras,  me ha tocado que repartan bocatas de tortilla de patata.

Y en una aquella, una señora muy amable, me abrió una tortilla en exclusiva para mí y para otra chica que también dijo era celíaca.

En resumen, se puede ser runner y celíaca.

Solo que tenemos que tener más cuidado con nuestra dieta.

Comemos más sano, o por lo menos lo intentamos, ya que los productos sin gluten por norma general están más procesados y estamos muy concienciados de ello.

Y NO, no seguimos una moda para perder peso.

A nosotros nos va la vida en ello. Debemos de seguir la dieta sin gluten de por vida.

Mil gracias Sonia por este artículo demostrándonos que ser celíaco no es ningún impedimento para ser deportista, runner en tu caso.

Sí queda claro que como en otros aspectos de nuestra vida, los celíacos lo tenemos un poco más complicado y en los avituallamientos seguimos con problemas para poder encontrar productos sin gluten o sin que estos estén llenos de contaminación cruzada.

Aún así, os animo a todo el mundo a hacer deporte porque mover el cuerpo siempre será un gran favor que le haremos a nuestra salud.

Y si os interesan este tipo de artículos, en este os hablo sobre la celiaquía y los niños en el colegio.

Helena 

2 Comments

  1. Celiaca de repente

    Me encanta leer este tipo de post, además me siento muy identificada. Llevo desde que abri mi blog intentando conseguir avituallamientos y bolsa del corredor sin gluten. Tanto en cursas, como en otros eventos deportivos. Siempre intentando ayudar a que entiendan que si se quiere es posible. Se que lo conseguiremos

  2. Paula

    Hola Helena y Sonia, yo hago deporte desde pequeña empece con 6 años hacer artes marciales y es una de mis pasiones además cada vez me gustan más y quiero saber y descubrir cosas de todas no centrarme en una sola. Pero con 16 años y en primero de bachiller empece a tener muchos problemas con la alimentación, malas digestiones, muchos cólicos; que si le sumas los entrenamientos de “toques” como lo llamamos en mi doyo, es decir que recibes golpes en la zona del abdomen o en las costillas, siempre medimos nuestra fuerza, pero a veces te puedes pasar y es normal, pues yo me embazama en seguida y tenía muchísimos mas dolores…, estuve a punto de dejar una de las cosas que mas me llenaban en el mundo, por que sencillamente no aguanta mi malestar, fue una época muy desesperante, pero con 18 años y 3 médicos diferentes ( fue un año en que mi medico que cabecera no estuvo casi nada), mi maravilloso médico, cuando le conte mi discurso ( y como a los demás le dije que mi abuela materna era celiaca desde hace más de 40 años, diagnosticada) pues sin pensarselo me hice todas las pruebas… y efectivamente soy celiaca, mi vida cambió y ahora ni si quiero me planteo dejar de hacer algo en mi vida.
    Gracias por escribir este post y todos los demás, ayudáis a que personas como yo no nos sentamos tan raras en un mundo en que ser celiaca es un problema, pero para mi es una alegría… ahora soy

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