Pero de pronto te ves en la situación de que una mínima miga de pan glutanero te puede contaminar cualquier producto sin gluten.
O qué hay que tener bien marcados todos los productos para evitar confusiones.
Por ello hoy voy a intentar resumir cuales son los puntos clave que yo considero hay que tener en cuenta en la cocina de una casa donde hay celiacos. Vamos allá:
Limpieza del horno
No es necesario comprar un horno nuevo, no nos alarmemos.
Eso sí, la limpieza de éste debe ser exhaustiva.
Si tenéis un horno con pirólisis, perfecto. Si no, una intensa limpieza con agua y jabón será suficiente.
Nunca olvidéis que cualquier superficie previamente contaminada con gluten se «descontamina» con agua y jabón.
Cuidado con los utensilios de madera
La madera es porosa.
Por lo tanto por ella se pueden colar pequeñas partículas de gluten que contaminen nuestra comida.
En cambio la silicona, el plástico y el metal no absorben nada, por lo que las podemos utilizar sin problemas.
En resumen: si vuestra casa es 100% sin gluten, se puede usar madera sin problema. En caso contrario, mejor utensilios de metal o silicona.
¿Son necesarias dos tostadoras?
La respuesta es fácil: si la tostadora se utiliza frecuentemente, SÍ.
En nuestro caso, desayunamos tostadas casi a diario, así que tuvimos claro que había que comprar otra.
Existen unas bolsas re utilizables y lavables que funcionan genial cuando nos vamos de viaje o por ejemplo, para fin de semana en una casa rural compartida con más amigos.
Las podéis encontrar en tiendas on-line como Celio&Go o Amazon. Por cierto, también hay bolsas para pizzas.
Pero creo que para el día a día, sois de hacer muchas tostadas, es mejor tener dos tostadoras. Y a ser posible, de diferentes colores y guardadas en lugares separados para no confundirlas nunca.
La limpieza diaria, trapos y servilletas
Uno de los puntos calientes.
En nuestro caso en la cocina no entra el gluten.
Tan sólo la parte glutanera de la familia tiene de pan y galletas y las guardamos en un pequeño cajón alejado del resto de la comida.
Cada vez que comemos y antes de limpiar la mesa, pasamos un papel húmedo para quitar los posibles restos migas y luego ya usamos el estropajo.
Como dije al principio, cualquier superficie contaminada se «descontamina» con agua y jabón.
Por cierto, cada uno tenemos nuestro lugar fijo en la mesa y dejamos de utilizar servilletas de tela para usar de papel.
Almacenamiento de los productos
Nosotros apenas tenemos productos con gluten y están guardados y separados del resto en un pequeño cajón.
Pero en caso de tener ambos, recordad siempre etiquetarlos bien y siempre, siempre poned los alimentos sin gluten en los estantes de arriba para en caso de desprendimiento, no contaminar nada.
Productos compartidos
Y con esto me refiero a mantequillas, mermeladas, cremas de cacao, pates y un largo etc, que aunque los compréis sin gluten, luego las usamos todos.
Con lo cual la contaminación cruzada es mas que probable.
Nosotros hemos optado por tener en algún caso más de un bote, señalizando bien cual es el «limpio» y cual el «contaminado».
Pero si no, siempre, siempre poner untar/poner antes el sin gluten y luego con otro cubierto limpio, poner el glutoniano.
Con la sal, la mejor opción es tenerla en los botes que ya vienen con dispensador para evitar que se contamine.
A la hora de cocinar
Si cocináis comida con y sin gluten en la misma cocina, la comida sin gluten siempre se debe hacer antes que la glutoniana. Siempre.
Así evitareis la contaminación y las posibles confusiones.
Imaginaos que ponéis en dos ollas a cocer pasta. Una con gluten y otra sin él. Alguien entra después y no sabe cuál es cual.. ya tenemos el lío montado.
El aceite, por supuesto, también siempre limpio.
Espero que todos estos consejos os sirvan.
Al principio puede ser un poco lioso e incluso agobiante, pero todo es cuestión de cambiar de hábitos, de costumbres que poco a poco se rutinizan y acaban formando parte de tu vida sin más.
Y si queréis saber cómo organizar un viaje sin gluten, aquí van unos cuantos consejos.
Helena