El lado bueno de ser celíaca.
Cuando los años terminan o empiezan, tendemos a pensar, a valorar cómo nos ha ido el año en cuestión.
Por ello, quiero comenzar el primer post de este 2020 haciendo una pequeña reflexión sobre lo bueno que la celiaquía ha traído a mi vida.
Porque sí, porque ser celíaca tiene sus cosas buenas. Aunque a veces cueste verlo.
- Ser celíaca mejoró mi salud
Supongo que esa expresión está mal y debería ser: saber que soy celíaca mejoró mi salud.
Porque sin duda, tras 13 años de mala, muy mala salud y montones de problemas que nadie entendía, fue comenzar mi dieta estricta y sin gluten y todo cambió.
Para bien, por supuesto.
Desaparecieron mis carreras al baño, mi tripa hinchada; mis migrañas constantes y mi malestar generalizado y diario.
Y aunque arrastro secuelas de ese tardío diagnóstico, puedo decir sin ninguna duda que mi calidad de vida y salud mejoraron enormemente tras el diagnóstico.
- Ser celíaca me ha hecho alimentarme mejor
Desde que fui mamá, el germen de mi conciencia sobre llevar una alimentación saludable, que mi propia madre se había encargado de inculcarme, germinó.
Pero fue precisamente a partir del diagnostico de celiaquía de Nicolás (mi hijo pequeño, para quien no lo sepa) y mío, cuando fui plenamente consciente de que nuestra alimentación se podía mejorar . Y mucho.
Que todos esos ultraprocesados que no podíamos comer por contener gluten, sobre todo bollería y marranadas varias, eran no sólo totalmente prescindibles, sino innecesarios en nuestro día a día.
Cierto es que a día de hoy los celíacos tenemos casi, casi, todos esos ultraprocesados sin gluten. Y alguno cae de vez en cuando. No nos vamos a engañar. Pero es algo residual en nuestra dieta.
- Ser celíaca reforzó mi pasión por la repostería
¿Alguna vez os he contado que un par de años antes del diagnostico, yo había comenzado a formarme un poco en temas de repostería?
Pero fue sin duda alguna a raíz de dicho diagnóstico, cuando tuve claro que esto me encantaba.
Que el reto que tenía por delante era conseguir postres sin gluten tan maravillosos como los “glutonianos”.
Y en ese camino estoy.
- Ser celíaca me ha hecho ver quienes son mis amigos (y los de mi hijo)
Es verdad que los celíacos a veces no somos la mejor compañía para salir a comer fuera de casa. Pero es lo que hay.
Y en este camino andado, he perdido algunas amistades que despacito y sin hacer ruido, hay preferido no tener que preocuparse por nosotros.
Pero en general, es un lujo ver cómo los amigos de verdad preguntan, te dicen si podemos ir aquí o no; te llaman de un supermercado cuando hacen la compra para una comida común.
Puedo decir con “orgullo y satisfacción” que estoy rodeada de mucha gente que nos cuida y quiere mucho y que saben un montón de celiaquía.
Y por supuesto, esto se hace extensivo a mi marido e hijo mayores “celíacos por amor”. Que se adaptan a Nicolás y a mí sin protestar jamás. Que andan mucho para poder llegar en la ciudad tal o cual al restaurante donde nosotros podemos comer.
- Ser celíaca me ha permitido conocer a gente estupenda
Porque sí, debe ser cosa de los celíacos, pero en este trayecto he conocido a verdaderas amigas.
Y para mí la amistad, es uno de los grandes pilares de la vida.
En la fotos de arriba de izda a dcha.: Adriana de «Naturalmente Adri», la que os escribe, Alicia de «Trotamundos sin gluten» y Dany de «Singlutenismo». A la derecha con Adri de nuevo y Lorena de «Celicidad».
- Ser celíaca. Ser yo. Ser feliz
Porque queramos o no, nos guste o no, es lo que nos ha tocado.
Y no, no es que esto sea una maravilla. Pero es lo que hay. Y para siempre.
Así que una vez asumido y superando siempre algunos momentos malos, seamos celíacos concienciadores con la sociedad, viajeros por el mundo y sobre todo, celíacos felices.
Porque siempre hay que ver, el lado bueno de las cosas.
El lado bueno de ser celíaca.
Helena
Pues tienes toda la razón. En casa nos han diagnosticado celiaquía a los 3. A mi marido hace 5 años, a mi hace 4 y a mi hija hace 3. Así que figurate en casa la que se lia cuando vamos a cualquier lado jajaja. Pero en mi caso concreto llevaba años con el.diagnostico de Sindrome del Colon Irritable con constantes idas y venidas al baño, con dolores y mucha inflamación y eso ha mejorado muchisimo. Así que es verdad cuando dices que siempre hay un lado positivo en todo. Un abrazo, Patricia
Madre mía eso si que es hacer pleno de celiaquía en una casa¡¡¡¡
Yo también estuve diagnosticada 13 años de colon irritable. Y ahora mi salud aunque ha mejorado, esta pagando las consecuencias de haber tardado tantos años en diagnosticarme. Pero desde luego, estoy infinitamente mejor. Y no te cuento mi niño.
Un beso