El primer mes tras el diagnóstico de celiaquía.
Ya ha pasado el primer mes desde que nos diagnosticaron a mi hijo pequeño y a mí celiaquía.
Mi hijo mayor también es portador de la enfermedad. Veremos si la desarrolla o no.
Este ha sido un mes en el que literalmente me he sentido como si estuviese montada en una montaña rusa: subidas y bajadas constantes de ánimo, llenas de sensaciones de lo más variadas.
Desde alivio por saber al fin que me pasaba tras tantos años de sentirme enferma; hasta pena, mucha pena por mi hijo.
De miedo a lo desconocido; de pasar de“yo soy fuerte y puedo con todo» a «yo no puedo con esto»; de llorar y llorar. De procesar.
Diagnóstico: celiaquía
El martes día 11 de febrero de 2014 fue, con seguridad, uno de los días más complicados de mi vida.
A mi hijo pequeño le hacían la biopsia (mediante una endoscopia).
Y aunque todo el mundo te dice que no pasa nada y que es una prueba sencilla, no es plato de buen gusto ver como a tu enano se lo llevan al quirófano para anestesiarlo.
Afortunadamente todo salió genial (es un campeón) y ese mismo día comenzamos con nuestra dieta sin gluten.
Poquito a poquito vamos asumiendo esta nueva situación familiar que nos ha tocado: hemos limpiado la cocina a fondo; organizando los estantes para la poca comida con gluten que hemos dejado; comprado una nueva tostadora (somos muy de tostadas así que nos ha parecido lo más cómodo).
Y como pudisteis apreciar el otro día, comenzar con la repostería «sin gluten» tras haber dejado el horno limpio completamente.
También me he ido metiendo en grupos de facebook que me están ayudando un montón. Es genial como las personas, ante los problemas comunes, son solidarias y ayudan desinteresadamente a las demás.
Nicolas en el cole ya está también con su comida sin gluten.
Y de momento lo lleva. No se muy bien cómo pero lo lleva.
Nos hemos comido nuestra primera hamburguesa del McDonalds: sí ya se que no es la comida más recomendable del mundo.
Pero un día es un día y afortunadamente tienen pan «sin gluten» para que especialmente los niños, puedan sentirse como uno más en el cumpleaños del amigo de turno.
Y también hemos salido a comer fuera de casa. A un italiano fantástico, súper preparado para comer «sin gluten» (otro día os lo cuento).
Como veis, no hay nada que hayamos dejado de hacer.
Todo es cuestión de llevarlo con alegría, hacer pequeños cambios y tirar para adelante.
Como leí el otro día: «si esta es la enfermedad que nos tenía que tocar, es la mejor»
Un beso, con cariño
Helena
Helena, me quedo con tu última frase sobre que es la mejor enfermedad que os podía tocar. Ya veo que eres experta, ja, ja. El otro día pasé por una carnicería y había fritos sin gluten y me acordé de ti, para decirte cuál es. Mañana yo publico ya mi receta pero también con la opción sin gluten y con otras intolerancias. Un besico y feliz jueves.
Para adelante Helena, sin mirar atrás!!! Si además ahora con esta dieta estáis mejor los dos, bienvenido el cambio, eh?
Un beso!!!
Helena ya veras que con el paso del tiempo todo se ve diferente, los inicios son durillos , pero poniéndose las pilas, te abriras a un mundo nuevo, lleno de gente que todos tenemos el mismo problema yo no le llamo enfermedad porque una persona celiaca no es una persona emferma , si seguimos nuestra dieta tenemos toda la salud del mundo, simplemente cocinamos y comemos con ingredientes diferentes, Nuestro principal problema esta fuera de casa , pero cada dia esta mejor y si no entre todos no ayudamos.