Un año sin gluten en nuestras vidas.
Mañana día 10 de febrero es un día especial en nuestro calendario: mañana hará un año que a Nicolás, mi hijo pequeño, le hicieron la biopsia intestinal que confirmaría el diagnóstico que esperábamos y que yo tenía desde un mes antes: ambos éramos celíacos.
Eso quiere decir que justo hoy hace un año, fue el último día de nuestra vida en el que comimos gluten.
Un año. 365 días con sus rutinas, su verano y sus sanfermines; con viajes y excursiones; con la navidad y cumpleaños; con varios y diversos eventos sociales. Como me gusta decir a mí: hemos completado el primer ciclo.
¿Y cómo ha sido este año? pues… con un poquito de todo, como en botica.
Aunque lo esperábamos, el shock inicial no nos lo quitó nadie.
Yo estuve 10 días metida en casa, llorando a moco tendido y con una sensación de abatimiento total.
Pero un día me levanté y me dije: «Hasta aquí. Ya has llorado y sacado todo lo que tenías que sacar. Ahora, para adelante». ¿Cómo? lo cuento.
Cambio de hábitos y rutinas
Lo primero fue cambiar nuestros hábitos en casa, comenzando por una limpieza absoluta de la cocina y de la despensa.
Eliminamos todos aquellos productos que tenían gluten y tan sólo dejamos un pequeño cajón con galletas, magdalenas y algún que otro producto «glutoniano» para mi marido y para mi hijo mayor.
Es «el cajón del veneno», como le llamamos Nicolás y yo.
2. Cesta de la compra.
El siguiente paso fue el carro de la compra: buscar nuevos productos libres de gluten.
Sí, ya sabemos que en Mercadona afortunadamente tenemos muchos de los productos aptos para nosotros; pero no sólo de Mercadona vive la gente celiaca.
Nuevas harinas y panes; nuevos productos como la quinoa, el mijo y el sésamo. Ha sido un año de probar, practicar y muchas veces, tirar productos porque era absolutamente incomestibles.
A día de hoy, tenemos claro cuales son los productos que nos gustan y los que no.
3. Concienciación de nuestro entorno
Apañadas ya nuestra casa y la cesta de la compra, el siguiente paso concienciar a toda la gente que nos rodea: familiares, colegio, amigos de que nunca, jamás de los jamases podemos comer nada que lleve gluten. De por vida.
Y aquí esto es poco menos que una guerra: «que si eres una exagerada», que si «por un día no os va a pasar nada». En fin, creo que como es una batalla perdida con algunas personas, ya paso.
4. Vida social, cumpleaños y restaurantes
Comer fuera de casa para nosotros es en general, una odisea y muchas veces, una tortura.
A estas alturas soy muy consciente que lo que tenemos que hacer es «quitarnos el hambre. Porque disfrutar de la comida, es casi imposible.
No podemos comer nada que lleve harinas de trigo y lamentablemente esta forma parte de casi todas las salsas.
Así que nuestro menú suele ser: ensalada y filete a la plancha; patatas fritas sólo si están dispuestos a hacérnoslas en una sarten con aceite limpio. Y con suerte, con mucha suerte, algún postre.
Y ahora me diréis ¿pero si ahora en los restaurantes están obligados a poner los alérgenos? si claro, los marcan, pero ¿y la contaminación cruzada? No os quiero aburrir pero es todo mucho más complejo de lo que parece, de verdad.
5. Viajes
Claro que se puede viajar siendo celíaco. ¡¡¡Por supuesto¡¡¡
De hecho nada más diagnosticarnos nos fuimos un fin de semana a Madrid y poco después a Amsterdam.
Pero se acabó la improvisación. No puedes ir a un lugar a la aventura, porque igual te quedas sin comer.
En el bolso o la maleta siempre, siempre hay que llevar provisiones.
Y además hacer una buena investigación de mercado sobre los restaurantes donde a priori, algo podremos comer sin problemas.
Igualmente, buscar los supermercados donde haya productos aptos. Sin duda para mí, mejor apartamento que hotel.
6. Nuestra mente
Esa gran poderosa que todos tenemos; que es mucho más fuerte de lo creemos.
No es fácil ser celiaco. Por supuestísimo que no es lo peor del mundo ni mucho menos. Pero no es fácil
Y es precisamente la mente, nuestra manera de afrontar las cosas que nos suceden la que determina como podemos llevar esta enfermedad mejor o peor.
Un año sin comer gluten. Un año en el que mis dolores de cabeza han desaparecido.
Mi tripa, antes permanentemente hinchada, también. Mis digestiones son estupendas.
Un año en el que mi enano ha crecido un montón, ha desaparecido su mal carácter y ha mejorado espectacularmente su motricidad.
Ya ha pasado un año desde nuestra nueva vida sin gluten. Nuestro primer año sanos. Por muchos más.
Helena
Helena me encanta leerte , besos. y Felicidades por vuestro primer cumpleaños.
Hola Helena me encanta tu blok. El dia 10 de febrero a mi hija de 13 años le hicieron la biopsia ya no puede comer mas gluten. Estoy muy perdida. No se si sabre hacerle tus postres. Gracias. Te seguire. Felicidades.
Hola¡¡ Pues mira, justo el mismo día un año antes era a mi pequeño cuando le hacían la biopsia y era nuestro último día sin gluten. Seguro que ahora te sientes un poco perdida pero todo es cuestión de cambiar las rutinas, uede adaptar productos y sobre todo, de ayudar mucho a tu niña porque además con esa edad seguro que lo pasa un poco regular. Pasado un año, todo se ve mucho más fácil. Y ánimo con mis recetas, que estoy segura no solo le van a gustar a tu hija sino a toda la familia.
Un besote y para cualquier duda, aquí estoy.
Qué emoción leer este post. Desde el 27 de febrero mi hijo mayor(4) es celiáco.
Voy a seguirte porque me ha encantado leerte.
Espero aprender mucho.
Gracias Helena.
Hola Raquel y bienvenida¡¡¡
Me alegra que te haya gustado el post. La verdad es que no te voy a engañar y es verdad que el primer año tras el diagnostico es probablemente es el más complicado porque supone un cambio de rutinas, de vida y con niños, de tener que sufrir muchas veces porque ellos al fin y al cabo, son "diferentes". Pero siempre hay que verlo por la parte positiva: ya hay un diagnóstico ya afortunadamente, nuestra enfermedad se cura no comiendo gluten, así que a por todas. Y cualquier cosa, ya sabes donde estoy.
Un besote
Hola Helena,
Lo primero felicitarte por tu blog! te sigo desde hace unos meses, soy mami de una niña d 4 años (casi 5 como ella dice) y justo el día que cumplió los 4 nos confirmaron su celiaquia…menudo regalo de cumple….en junio se cumple un año desde entonces, y gracias a todo lo que publicas, se me ha hecho mucho más sencillo de lo que esperaba a priori, pero es verdad que a veces se me hace cuesta arriba, sobretodo en los cumples y en eventos del cole, donde a veces parece que te hacen un favor, como si fuese un capricho pedir que se tenga en cuenta a mi hija a la hora de preparar…me gustaria saber como lo gestionas tu, si siempre le llevas sus cosas a parte …
gracias por adelantado!
Buenas tardes Mai. Lo primero disculpa por no haberte contestado al mensaje. Se había quedado en la bandeja de spam y ahora es cuando lo he visto… madre mía¡¡¡
Aunque sea tarde, te cuento que bueno, lo de los cumples de los peques es de lo más complicado que hay para gestionar. Hoy precisamente le he dejado yo al mío en uno y siempre, siempre me voy con miedo de que se coma algo que no debe o se contamine. Y eso que casi tiene ya 10 años.
No es facil, porque todo el mundo no lo comprende. Yo he optado por llevarle siempre un sandwich de nocilla a el y luego hacerle algo para el postre. Y de lo común tipo patatas, chuchees, si hay sin gluten, antes de que todos empiecen a comer le retiro en un plato las suyas para que no se contaminen.
No lo lleva siempre bien pero sabe que es lo que hay, así que no queda otra.
Lamento de verdad no haber contestado en su momento.
Un saludo, Helena
Hola Helena! me ha gustado mucho leerte! gracias por compartirnos tu travesía. Quería consultarte si la atrofia en el intestino es causada solo por la enfermedad celiaca o deberiamos investigar algo mas?
Hola Benazhir¡¡
Me algro que te guste el blog. Jo pues no soy medico así que no se que contestarte.
En principio yo las atrofias que conozco son causadas por la enfermedad celiaca, pero si hay otros posibles motivos lo desconozco la verdad. Ya lo siento. Supongo que un medico especialista en digestivo te lo podrá decir.
Un saludo
Helena