Guía: una semana en Menorca.
El verano de 2021 se quedará en mi memoria por muchas cosas; pero especialmente, por haber conocido la maravillosa isla Balear de Menorca y quedarme absolutamente enamorada de ella.
¿Cómo es posible que un lugar te haga feliz de esas maneras?
Os puede parecer exagerado. Pero aseguro aquí y ahora que sólo he tenido esa sensación las veces que he visitado Nueva York.
Es curioso…
No divago y voy al grano que me conozco.
Tras los post donde os he ido contando dónde comer estupendamente sin gluten tanto en las playas de Menorca como en sus pueblos y ciudades, he pensado hacer una pequeña guía de viaje con nuestras experiencias, por si os puede ayudar a planificar vuestro viaje a la isla.
Así que como va post largo, vamos allá con toda la info.
Dónde alojarse en Menorca
Nosotros optamos por la opción de apartahotel y elegimos el Nelva Resort, dadas las circunstancias del Covid y porque además, siempre nos gusta tener cocina y más espacio de lo que se tiene en una habitación de hotel.
Estaba ubicado en Cala en Porter y nos encantó.
Pero tal vez en una segunda visita, optaría por alojadme en Cala Galdana.
Está más céntrico con respecto a todas las playas del sur y hay varias opciones para comer sin gluten.
No obstante, Menorca es muy pequeña, por lo que da un poco igual donde te alojes ya que se llega en un pis pas a cualquier lado.
Cómo desplazarse por Menorca
La respuesta a esta pregunta es muy sencilla: en coche.
Por supuesto hay transporte público; pero el coche es la mejor manera de tener libertad y visitarla a gusto de cada cual.
Si vais en ferry desde Valencia o Barcelona, podéis llevar el vuestro.
En nuestro caso optamos por el avión, así que alquilamos uno.
√ RECOMENDACIÓN: si vais a alquilar coche, hacedlo con tiempo porque la flota de coches en Menorca no es muy grande y se agotan enseguida. Además son caros.
Cuántos días hacen falta para ver la isla
Aquí no tengo respuesta porque depende de cada uno. Yo me hubiese quedado un mes entero; pero claro, esto no es posible.
Sí que pienso que si se quiere visitar un poco en general la isla, lo ideal es una semana.
Pero para que os hagáis una idea, a nosotros se nos quedó por ver Ciudadela (dicen que cuando visitar un lugar, siempre hay que dejarse cosas por ver para poder volver…)
Menorca desde el agua
Sin duda alguna, Menorca hay que disfrutarla desde el agua.
Y con ello no me refiero a bañarse y mucho. Sino coger un barco, una lancha, un kayac… y vivir esa parte que es fundamental estando en una isla.
Os lo dice una que se marea (y mucho). Pero para eso están las pastillas.
Luego os cuento nuestras aventuras marítimas, que fueron varias y a cada cual mejor.
Guía viaje: una semana en Menorca
Vamos al turrón. Os cuento día a a día nuestro viaje y con ello, tips o recomendaciones que he aprendido y me hubiese encantado saber antes de ir.
- Día 1: llegada y Cala en Porter
Llegamos a Menorca procedentes de Barcelona en un vuelo que casi ni lo es (35 minutos en el aire) y para las 10 de la mañana ya estábamos haciendo el checking en los apartamentos (que por cierto, nos dieron al momento).
Aprovechamos la mañana para colocar todo, ir a Mercadona a hacer la compra (bien sabemos los celíacos lo fundamental que es esto para nosotros) y tras comer tocó siesta (nos habíamos levantado a las 5 de la madrugada).
Esa tarde la dedicamos a visitar la playa de Cala en Porter (15 minutos andando desde el apartamento) y a conocer el pueblo, que no tiene mucho la verdad. Es mas bien todo residencial.
√ Nota: Cala en Porter es perfectamente accesible para niños, eso sí, llegando en coche porque de lo contrario hay que subir/bajar unas escaleras infernales. Se puede aparcar al lado.
- Día 2: cala Mitjana y Cala Galdana
El segundo dia de nuestro viaje comenzaba fuerte: visitando una cala de las que a postre, se convertiría en una de mis favoritas de la isla: Cala Mitjana.
Para llegar a ella hay que aparcar cerca de Cala Galdana (hay un parking bien señalizado para ello) y andar por el campo/monte unos 20 minutos.
No es excesivamente complicado pero para ir con niños pequeños no se yo.
Eso si, la caminata recompensa porque la cala es ¡¡¡preciosa¡¡¡
Nosotros llegamos pronto y no había demasiada gente, pero eso sí, luego se llenó.
Tras pasar en ella toda la mañana, disfrutando además de una pequeña caminata hasta Mitjaneta (otra cala que está al lado), fuimos a comer al restaurante Delit, para pasar la tarde en Cala Galdana.
Se trata de una playa más urbana, con todos los servicios, pero igualmente bonita (bueno, a mí me sobra el mastodóntico hotel de una gran cadena…).
Aguas transparentes y en cuanto nadas un poco hacia dentro, turquesas. Bufff, que locura.
Por la tarde-noche nos dimos un paseo hasta uno de los acantilados de Cala en Porter para ver una de las maravillosas puestas de sol que tiene la isla, y vimos también de fuera la famosa Cova d´en Xoroi, una terraza/bar/restaurante ubicado en uno de los acantilados del pueblo.
- Día 3: Son Park y Barco por las calas del norte
El tercer día de nuestro viaje tocaba recorrer la parte norte de la isla, ya que los vientos así nos lo indicaban.
√ NOTA: Cuando visteis Menorca, es importante tener en cuenta la dirección de los vientos, que os lo indica cualquier aplicación móvil.
Si el viento es Norte, id a las calas del sur; y al contrario, si el viento es Sur, toca las calas del Norte.
De este modo veréis las aguas en su máximo esplendor.
Nuestra primera parada mañanera fue la zona de Son Park, en concreto, el arenal de Son Saura (no confundirlo con la cala del sur).
El arenal de Son Saura es de fácil acceso. Tiene un parking al lado; duchas y un chiringuito. Perfecto para ir con niños personas de movilidad reducida.
Además, al estar rodeado de rocas, se puede hacer snorkel de manera muy fácil.
Arenal de Son Park, playa familiar en el norte de Menorca.
Tras pegarnos toda la mañana en el agua (literal) y estar más arrugados que una pasa y hambrientos a tope, fuimos a comer a Es Cactus, en Fornells.
Os conté nuestra experiencia comiendo en Es Cactus en este post, así que no me repito. Solo diré que es 100% recomendable.
Saciado el hambre, tocaba planazo.
A través de Pachira Tours, habíamos reservado una excursión en barco por las calas del norte durante 3 horas y media.
Eramos 3o personas y disfrutamos como niños ya que además del barco, llevaban tablas de paddel surf y gafas de buceo para todo el mundo.
Paramos para bañarnos en la famosa Cala Pregonda y en Cavallería, donde disfrutamos haciendo snorkel y ¡¡¡hasta vimos dos manta raya¡¡¡¡ Mis hijos alucinaron.
También descubrimos viendo famosa posidonia menorquina, una planta que oxigena sus agua, permitiendo entre otras cosas ese color tan maravilloso y la cantidad de peces las surcan.
Vimos desde el mar el Faro de Cavallería y los acantilados que bordean el norte de la isla.
Sin duda, fue la primera de las «tardes en barco» y la recomiendo al 100%.
- Día 4: Binigaus; cala´n Brut y Faro de Artux.
La idea de esta mañana era haber ido a visitar Ciudadella, pero el intenso calor que hizo ese día hizo que cambiásemos de planes y optamos por playa.
En este caso, la playa de Binigaus.
Para llegar lo que hicimos es aparcar en la urbana playa de Santo Tomás (otra playa de fácil acceso y familiar) y de allí fuimos caminando por el Camino dels Cavalls durante 10 minutos hasta llegar a Binigaus, donde pasamos la mañana.
√ Nota: Camino de Cavalls
Se trata de un sendero de 185 que da la vuelta a toda la isla de Menorca, pudiendo recorrer a pie prácticamente todas sus calas o lugares emblemáticos a través de bosques e encimas, pinares, enebros, madroños, acebuches…
También encontraremos restos arqueológicos romanos y cuevas diversas.
Tras comer en el restaurante Cala Mitjana (Ubicado en Cala Galdana), nos dirigimos hasta Cala´n Brut, en Ciudadella.
No os puedo decir cómo disfrutaron allí mis hijos. Y bueno, para qué negarlo, también nosotros los adultos.
Se trata de una cala de pequeños acantilados rocosos con «balcones» a distintas alturas donde estaban todos los adolescentes de la isla tirándose por ellos.
Y yo, que no iba ser menos también me tiré. Dos veces. ¡¡Vida la vida loca¡¡
Tras pasar toda la tarde saltando y buceando, nos dirigimos hasta el extremo oeste de la isla, donde se encuentra en Faro de Artux.
Nos dimos un paseo y nos hicimos mil fotos. EL lugar se presta a ello.
Y a pesar de que el cielo estaba enmarañado, disfrutamos de otra puesta de sol con la silueta de Mallorca al fondo, en las que parece que el tiempo se para.
- Día 5: Cala Presilli; cala Tortuga, Kakak Cales Coves y Cena en Cales Fonts
La ruta de ese día era hacer el tramo del Camí de Cavalls desde el faro de Favarix (en el extremo norte-este de la isla), pasando por Cala Presilli hasta llegar a Cala Tortuga, ambas pertenecientes al Parque Natural de S’albufera Des Grau, y eso hicimos.
Durante el verano no se puede acceder hasta el faro, por lo que aparcamos en un parking a 2 km del mismo.
Desde allí en unos 20 minutos se llega a cala Presilli; 15 minutos más y estarás en Cala Tortuga.
Ambas sin playas salvajes, sin servicios. Preciosas.
Presilli apenas tenia arena porque nos contaron que los vientos y temporales del pasado invierno la habían desolado.
Tortuga estaba algo mejor.
Ambas, absolutamente recomendables (para ir con niños aviso de que el camino no es especialmente difícil, pero sí caluroso porque no hay sombras).
Tras comer, teníamos de nuevo lo que llamábamos «plan Menorca desde el agua».
Y en éste caso consistió en una excursión de 3 horas en Kayak desde Cala en Porter (donde nos alojábamos), hasta Cales Coves.
Fue simplemente alucinante. Me costó cogerle en truco al Kayak (iba con mi hijo mayor) pero disfrutamos como enanos.
No tengo ni una sola foto porque dejamos los móviles en casa, pero os aseguro que es recomendable al 200% y apta para todo el mundo porque al ir en parejas, puede ir un niños relativamente pequeño con un adulto tranquilamente.
Nuestra guía nos llevó a la Cueva de la luz, donde nos bañamos bajo una luz turquesa brutal; a la cueva de los colores y finalmente llegamos a Cales Coves, donde esta una necrópolis talaiótica y visitamos (caminando) una de las cuevas habitadas.
Por supuesto, nos bañamos y volvimos a hacer Snorkel.
A pesar del cansancio de la excursión, una buena ducha y rumbo a cenar a Cales Fonts, en Es Castell, al lado de Mahón.
Cales Fonts es un precioso puerto pesquero entre acantilados, donde el muelle esta lleno de restaurantes y hay un mercadillo hippie.
Sin duda, un planazo para una noche de vacaciones en Menorca.
Cenamos en Sa Baqueta, y os lo conté aquí.
- Día 6: Son Bou, Calla de la Olla y Binibeca
La mañana comenzó en la playa de Son Bou, posiblemente, uno de os arenales más largos de la isla.
Familiar, urbana y con un agua brutalmente limpia. Allí pasamos la mañana disfrutando de sol.
Volvimos a comer a casa y por la tarde nos fuimos por recomendación del personal del apartahotel, a la cala de la Olla, donde nos aseguraron que hacer snorkel era una maravilla.
Y sí, os puedo asegurar que lo fue. Peces por todos lados, rodeándote sin ningún miedo. Y de nuevo, vimos un manta raya.
Más arrugados que unas pasas (de verdad que la mitad de las vacaciones las pasamos en el agua), pusimos rumbo al precioso pueblo de Binibeca (a 5 km de la anterior playa).
Construido en 1972 y mantenido de manera exquisita, Binibeca es como estar en un pequeño pueblo de cuento de «enanitos».
Calles laberínticas, estrechas, pequeñas y unas casas blancas relucientes lo convierten en un lugar simplemente precioso donde disfrutar de una tarde «de vida tranquila» y hacer miles de fotos.
- Día 7: Calas Macarella y Macarelleta y barco privado calas del sur
Este día tocaba de nuevo playas del sur, en éste caso las famosas cala Macarella y Macarelleta.
Durante el verano no se puede acceder en coche. Así que para llegar a ellas, hay que aparcar en cala Galdana y de allí andar una media hora.
No es un camino complicado. Lo peor son las escaleras para bajar a Macarella.
Otra opción es ir a Ciudadella y de allí, tomar el bus. Luego, toca caminata de unos 10 minutos.
Pero sea como sea, hay que visitarlas
√ Nota: A lo largo del camino desde Cala Galdana a Cala Macarella, hay varios miradores. Os recomiendo asomaros a alguno de ellos porque las vistas son un auténtico espectáculo.
Macarella no la vimos en pleno esplendor, ya que había bastantes algas justo en la entrada.
Pero superada esta barrera, las aguas impresionantes.
Macarella, como casi todas las calas salvajes de Menorca, está rodeada de pinos, por lo que si no te apetece achicharrarte al sol, dormitar bajo un pinar es una fantástica opción.
Cuenta con chiringuito (sin opciones sin gluten más allá de patatas fritas).
Desde Macarella sale el camino hacia Macarelleta, su hermana pequeña.
Son unos 10 minutos andado y con unas vistas… sin palabras.
Macarelleta es preciosa. Agua caribeña, calentita y perfecta. Eso sí, gente, demasiada. Para que nos vamos a engañar.
√ Nota: Desde Cala Macarella parte también el camino andando hasta cala en Turqueta, famosa especialmente este año 2021 porque una conocida marca de cervezas ha grabado allí su anuncio.
Una cala que tiene parking propio pero en los meses de verano, o vais a las 8 de la mañana o no aparcáis. Y os prometo que no exagero.
Andando desde Macarella son unos 2,5 km por un precioso camino entre pinos.
Hay otra manera de llegar a Cala en Turqueta que luego os cuento.
Entre paseo y paseo, pasamos allí toda la mañana, comimos de picnic bajo los pinos de Macarella y aprovechamos la calma de sus aguas para hacer paddel surf.
De vuelta a Cala Galdana, nos esperaba la ultima de las experiencias de «Menorca en barco».
En este caso habíamos alquilado un pequeño barco con patrón para nosotros solos durante 2 horas (que se convirtieron en casi 3).
Fue alucinante. Elegimos la ruta y nos llevó hasta Son Saura, es Talaier y pasando por supuesto por la famosa Turqueta de la que os hablaba antes (donde llegamos hasta la orilla dándonos un baño).
A al izquierda cala Tregalúger y a al derecha cala Turqueta. Las fotos no son mías porque yo las ví desde el barco. Eso sí, os aseguro que las aguas eran tal cual.
De ahí hacia el otro lado, pasado por delante de Cala Galdana, nos llevó hasta Cala Trebalúger.
Y os digo que ésta sin duda, es mi nº 1 todas las calas de Menorca.
No sé si porque apenas había gente (a ella sólo se puede acceder andando a través del Camí de Cavalls desde Cala Mitjana -unos 40 minutos-); por su brutal agua calentita y turquesa; por los bosques que la rodean… no sé explicaros, porque de verdad, me enamoró.
Casi tres horas después, agotados de tantas emociones, tocaba regreso a casa.
Pero aún nos fuimos hasta Binidalí para ver nuestra última puesta de sol menorquina.
- Día 8: Cala Binidalí, Mahón y vuelta
Llegaba el ultimo día de nuestras vacaciones.
Aprovechamos la mañana para visitar la diminuta pero preciosa cala de Binidalí que habíamos visto el día anteriorr. Super recomendable.
Eso sí, tended cuidado al bajar porque es super resbaladiza y yo me caí con el consiguente raspazo monumental en la rodilla.
Tras disfrutar de la última mañana de playa, visitamos y comimos en Mahón, en el espectacular restaurante 100% sin gluten «El Romero». Totalmente recomendable.
Y de allí regresamos al apartahotel a darnos y baño en la piscina y partir a ultima hora de la tarde al aeropuerto para regresar a casa.
Deciros que como nuestro apartamento no estaba reservado detrás de nosotros, tuvieron la gentileza de dejárnoslo hasta que tuvimos que ir al aeropuerto. Todo un detallazo.
Cala de Binidalí desde arriba y en el agua. Pequeña y preciosa.
- Tips Extra:
– Calzado: puede parecer una obviedad, pero teniendo en cuenta que para llegar a muchas playas hay que caminar un rato por el monte, llevad deportivas o calzado cómodo.
También si tenéis escarpines/cangrejeras, os recomiendo llevarlos para andar por las rocas.
– Medusas: nosotros tuvimos suerte y no nos topamos con ninguna, pero según nos contaron, hay pocas o veranos que hay muchas, así que tenedlo en cuenta.
– Conducción: quizá otra obviedad, pero creo importante. Menorca es muy pequeña y se recorre fácil. Pero sólo tiene una arteria principal que va de Mahón a Ciudadella y de ella ramifican el resto de carreteras y caminos. Se conduce despacio, con calma.
Y aunque las distancias son cortas, a veces de una playa a otra hay que subir hasta la carretera principal, por lo que los km a recorrer aumentan.
Madre mía, creo que es uno de los post más largos que he escrito, pero no me quería dejar nada en el tintero.
Espero que si decidís conocer Menorca, cosa que os recomiendo sin duda alguna, os ayude en vuestra planificación.
Helena